En una charla que asistí como invitado sobre el “no miedo” en las organizaciones dictado por Pilar Jericó, conferencista española especialista en organización de empresas de gran prestigio internacional, tuve la oportunidad de aprender y entender cuáles son los tipos de miedos a que el ser humano debe afrontar durante su vida. Quiero compartir con vosotros este innovador enfoque de la gestión humana que pueden crear espacios para que las personas pongan en juego todo su potencial.
Los puntos más importantes tratados fueron los siguientes:
· La competencia obliga a las empresas a apostar por la innovación y el talento.
· El miedo es igual a freno a la felicidad. Es por ello, que es importante que cuando nos relacionamos con las demás personas dar la mano, porque esto conlleva a un aumento de las hormonas de la felicidad.
· Existen dos tipos de miedos: miedo sano (prudente) y el miedo tóxico (este tipo de miedo es un exceso de prudencia, y es el que debemos controlar ya que criollamente hablando “mata” al talento y a la innovación.
· Uno de los tópicos que mayor me llamó la atención, es que el miedo se contagia, así como cuando tenemos un virus y se la pegamos a los demás miembros de la familia, asimismo, en una empresa si yo tengo miedo de dar la talla sobre un proyecto o actividad asignada, puedo contagiar al resto del personal, ya que el miedo no hace falta saber que lo tienes sino que se siente y puede llevar al fracaso.
· Los mayores miedos son inventados por nosotros mismos, por esa razón, la salvación está en nosotros. Lamentablemente la cultura latina es paternalista, pero debemos cambiar ese paradigma para hacer el “no miedo”, creando emociones para que el miedo no nos paralice.
Pero, cuáles pueden ser esas claves para tener y sentir “no miedo”, a continuación las menciono y desarrollo algunas de mayor relevancia:
1. Soñar y escoger.
2. Pasión: enamorarse de nuestro trabajo. Esta es una de las claves más importantes ya que si me gusta lo que hago incremento mi felicidad y aumento la productividad.
3. Aprender y crear nuevos hábitos: la única forma de hablar en público es hablando, la única forma de buscar un cliente que le tenemos miedo o cuesta conseguirlo, es llamándolo.
4. Transformar la emoción en positivo: aterrizar las emociones, evitar palabras ambiguas como por ejemplo: “si lo haces abstente a las consecuencias”
5. Ser un referente (en equipo).
6. Poder personal: confianza en ti mismo, asumir la decisión, asumir que tienes libertad. Poner en práctica las 3P = permitir, provocar y promover.
7. Compromiso
En definitiva debemos evitar de tener miedo en las organizaciones ya que es la gran barrera de desarrollo de los profesionales y es el modelo clásico de gestión de las compañías.
El impacto del miedo en las organizaciones me deja una reflexión para finalizar de los trabajos de investigación realizados por G. Hendricks y K. Ludeman:
“Lo que nos da más miedo es nuestro propio poder”
U.T.
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