“La gratitud es una vacuna,
antitoxina y un antiséptico”
John
Henry Jowett
La gratitud puede ayudarte a cambiar tu
situación actual, mejorar tu salud física y contribuir a tu felicidad. Esta
teoría que comparto viene asociada con una pregunta: Es la gratitud la cura que
nos lleva a la felicidad? Revisando algunas fuentes que tratan el tema del
agradecimiento y la felicidad me encontré con los siguientes análisis:
En
el 2003 Martin Seligman, prestigioso psicólogo estadounidense, indicó en sus
estudios que la gratitud es apreciar
la excelencia de la otra persona. Es una sensación de agradecimiento, de
apreciación de la vida misma. Se puede estar agradecido con las personas que
hacen el bien a los demás, también puede estar dirigida a elementos
impersonales o no humanos como Dios, la naturaleza, animales, pero no se
orienta a uno mismo. Según la Psicología Positiva, el ser agradecido es la
virtud de reconocimiento, valoración y respuesta justa, más que una obligación
moral. Y es que esta habilidad está orientada hacia otra persona y se debe
analizar en relación con la felicidad, la espiritualidad o trascendencia y el sentido de la vida.
Pero,
qué significa realmente agradecer?
Indudablemente es una acto que te lleva a un resultado. La actitud contiene
tres elementos: acción, emoción y pensamiento. Estos elementos tienen que estar
alineados para producir un cambio. Donde pones tu atención condicionas tu
pensamiento, luego el sentimiento, seguido la acción y por último el resultado.
Entonces,
según estas fuentes para agradecer, debes recibir algo a cambio: un beneficio,
un gesto, un favor. Quien agradece, expresa su
gratitud: la valoración que se tiene hacia aquel que realiza un bien. En otras
palabras, el agradecer supone pedir y recibir. De todo lo planteado, puedo
afirmar por experiencia propia que agradecer es una expresión que debe tener
una definición más profunda y que faltarían palabras para conceptualizarlo como
se merece, que implica también mucha fuerza de humanidad y que si lo conviertes
en un hábito te traerá salud y felicidad a tu vida.
PARA
QUÉ AGRADECER?
Esta
pregunta que viene a la mente te ayuda a
analizar el sentido de “dar gracias”. A
través de los estudios, entrevistas, sesiones y asesorías realizadas durante mi experiencia
laboral y personal, la gente agradece para:
·
“Cuando
dedicas un tiempo diario a agradecer, experimentas lo bueno que hay en la
vida…”
·
“…para atraer más cosas buenas y positivas a mi vida..”
·
“Dar
gracias me fortalece el corazón”
·
“Agradecer
me da paz interior..”
·
“Me
trae abundancia…”
·
“Ser
agradecido me trae salud”
·
“Sentirme
bien conmigo mismo..”
·
“Las
personas que amo sientan mi amor”
·
“Obtener
un reconocimiento”
·
“Poder
ver la sonrisa de la gente…”
·
“Me
llena espiritualmente”
·
“Mejora
la relación con los demás”
·
“Aumenta
mi autoestima”
·
“Te
lleva a lograr lo que quieres”
De
estas interesantes respuestas, se deduce que cada individuo tiene su exclusivo
propósito de agradecer, ninguno es más importante que el otro, el valor de
estos “para qué” que van desde buscar la abundancia hasta encontrar objetivos,
tienen un denominador común: te lleva a una sensación de satisfacción y un
momento de felicidad.
Afirma David Steindl – Rast, monje estadounidense, que “no
es la felicidad lo que nos hace agradecidos; es la gratitud lo que nos hace
felices. Todos conocemos personas que tienen todo lo necesario como para ser
felices y, sin embargo, no lo son, simplemente porque no están agradecidas por
lo que tienen. Por otro lado, todos conocemos también personas que no son para
nada afortunadas y, sin embargo, irradian alegría, simplemente porque aún en
medio de su miseria son agradecidas. Así, la gratitud es la clave de la
felicidad”.
Si
a estas referencias le sumamos el aspecto empírico, ya la ciencia ha demostrado
que las personas agradecidas suelen ser más felices, porque el hábito de agradecer libera
neurotransmisores como la dopamina, responsable
de las sensaciones placenteras y de relajación.
Asimismo,
la gratitud produce importantes cambios en la biología del cerebro, debido a la plasticidad
neuronal: se activan regiones que permiten una mayor
comprensión de los demás, suavizan el estrés, mejoran la frecuencia
cardíaca y reducen el dolor (físico y emocional).
Hasta
aquí queda evidenciado parte de mi hipótesis es decir que la gratitud trae
beneficios para la salud, te proporciona bienestar y según algunos autores es
clave de la felicidad.
Ahora
bien, indagando más, en el ámbito laboral cito igualmente para hacer un
análisis de este tema al psicólogo estadounidense, Abraham Maslow, mediante su teoría del desarrollo humano plantea que las
necesidades (Pirámide de Necesidades de Maslow) de los seres humanos son las
que te motivan a crecer o evolucionar. Esta pirámide utilizada en el
mundo del desarrollo organizacional consta de
cinco niveles que están ordenados jerárquicamente según las necesidades humanas
que atraviesan todas las personas. Esta teoría tiene diversas aplicaciones
prácticas en las empresas. Sobre todo en cuanto a la motivación de los trabajadores. La productividad
se incrementa si el personal es feliz y están motivados para hacer un buen
trabajo. En la medida que se va cubriendo necesidades como tener un empleo,
recibir salario, se asciende en la pirámide a estabilidad y seguridad,
fortalecer las relaciones, éxitos en el trabajo y reconocimiento, luego se van
desarrollando nuevas motivaciones que te hacen llegar al último nivel llamado
“autorrealización”, el individuo querrá prosperar a nivel personal, y para ello
debe convertirse en un experto en lo que hace.
Por ejemplo, de acuerdo a Peter
Senge, ingeniero norteamericano, una
organización es inteligente cuando las personas que la conforman pueden
satisfacer sus necesidades de autorrealización
(nivel más alto de la pirámide), porque ya tienen satisfechas sus
necesidades de reconocer y recibir el reconocimiento que merecen.
Sin embargo, el reconocimiento va más allá, es algo mucho más
complejo: es darse cuenta, es ver, pero especialmente es agradecer; es hacer
visible tu agradecimiento y así ampliar la capacidad de construir bienestar. Y
el “estar bien” genera sensaciones agradables que te pueden llevar a ser feliz.
Aunque lo que se entiende por felicidad es mucho más complejo, diversos autores
explican que no tiene una definición concreta, sólo se puede conocer a través
de la experiencia personal. Tiene mucho que ver con el momento presente. Es decir, que cada individuo posee su
propio concepto de felicidad.
El doctor Albert Figueras, médico español, comenta varias frases
interesantes relacionadas al bienestar y la felicidad:
“El ser humano debe aprender a disfrutar de las
pequeñas grandes cosas que existen, aunque cueste reconocerlas”.
“Desde un punto de vista neurológico, la felicidad
es un estado momentáneo en el que el ser humano se siente bien. La felicidad
pasa casi desapercibida, por eso hay que estar atento de vivir el momento
presente en toda su dimensión y con todos sus sentidos para que cuando llegue
no se nos escape. La gente suele vivir pensando en el futuro y se olvida de que
lo único que está viviendo es el momento presente. La gente espera una
felicidad eterna y no existe”.
“Antes asociábamos felicidad con tener la
mejor televisión del mercado. Tal vez ahora la gente se dé cuenta de que estar
con la persona que quieres viendo una película una tarde cualquiera es uno de
los mayores placeres con que te puede obsequiar la vida”.
En
el mismo orden del medio laboral, dirigir con gratitud, es una herramienta que
si la sabes gestionar puede generar abundancia y satisfacciones. Imagínate si
este principio se pudiera extrapolar también a la vida personal. Sería la cura
que estás buscando? Gay Hendricks, psicólogo estadounidense y autor de más de
veinte libros de desarrollo personal, asevera en sus estudios que ha descubierto
un sistema que consiste en hacer de la gratitud un proceso permanente. Cito
textualmente: “Céntrate primero en la
gratitud. Dirige con aprecio…Esto, más que cualquier otra cosa, consiguió que
nuestra existencia empezara a dar un giro en dirección de la abundancia”.
El resultado que se trae a
colación, después de estas investigaciones y análisis, es que la gratitud es un
acto de reconocimiento que debes practicar. Que todo es cuestión de la actitud y
del impacto que quieres que se refleje en la realidad que te rodea. La decisión
es tuya, depende de tí la dirección que tomes, bien sea el camino más corto o
más largo, la gratitud es la fuerza que te empujará a adquirir un estilo de
vida, que te llevará a disfrutar una experiencia plena y
realizada.
Hay muchas maneras de
practicar la gratitud en el día a día y
son exclusivas de cada persona, bien sea de forma mental, orando,
haciendo una lista de agradecimiento, expresando con palabras “gracias”, ó con
un abrazo. La gratitud es una puerta que abres sabiendo
que cada paso adelante es un paso hacia el logro de algo más grande y mejor que
tu situación actual.
Estudios demuestran que la gente agradecida es más
feliz porque en vez de preocuparse por las cosas que le faltan, agradece lo que
tiene.
Culmino con una reflexión de Roy T.
Bennett:
“Sé agradecido por
lo que ya tienes mientras persigues tus objetivos. Si no estás agradecido por
lo que ya tienes, ¿qué te hace pensar que serías feliz con más?”
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