La rutina en el trabajo o en casa, puede ocasionar a veces situaciones de salud que lamentar, sin embargo, es recomendable, especialmente a personas que están largos períodos de tiempo sentados frente a una computadora o su herramienta de trabajo, que tomen breves descansos para recuperar energías.
Hay pruebas de la función beneficiosa del ejercicio físico en la prevención de enfermedades, como tratamiento coadyuvante en patologías crónicas y en el bienestar psicológico. Es bien sabido, que el ejercicio también podría tener un efecto protector en el sistema inmunitario, cuyo estado óptimo es crucial para responder de un modo apropiado a la amenaza de la COVID-19.
En el marco
legal la OMS (Organización Mundial de la Salud)
y la LOPCYMAT (Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente
de Trabajo) buscan promover el bienestar de los trabajadores, y es por ello,
que las pausas activas son unos de los instrumentos de salud más importantes
para el lograr este objetivo.
En resumen,
las pausas activas no son otra cosa que interrupciones cortas de una actividad
dentro de una jornada laboral. Los beneficios pueden ser diversos:
·
Mejorar
la actividad de las articulaciones
- Disminución de cargas musculares
- Oxigenar el cerebro
- Estabilizar la presión arterial
- Prevenir el estrés y enfermedades profesionales
- Enriquecer las relaciones interpersonales
- Aumentar la concentración
- Recargar energías
- Incrementar la productividad
Las pausas no
deben confundirse con los horarios de almuerzo o descansos estipulados en la
Leyes, son realmente pausas de 8 a 15 minutos (cada empresa o individuo puede estipularlo según
el tipo de labor) que pueden realizarse dos veces al día que son sugeridos específicamente
para trabajadores o teletrabajadores cuyas posiciones de trabajo son prolongadas o repetitivas.
Cada organización
puede programar un tiempo y lugar en el día para realizarlas, y designar un líder
o varios líderes que orienten al grupo para hacer las pausas:
- Respiraciones
- Estiramientos
- Ejercicios que pueden sentados o parados que propicien siempre cambios de posición.
Estos descansos
no son para siestas sino para reactivarnos energéticamente cuerpo y mente
mediante movimientos guiados, si lo prefieres incluyendo la música como
elemento catalizador.
Según lo explica O. Chaustre. Fisioterapeuta
especialista en ERGONOMIA Y SALUD: “La
pausa activa no debe confundirse con diversión ni debe asociarse a pérdida de
tiempo productivo. Por el contrario, es un espacio preventivo que evita la
aparición de trastornos osteomusculares y, de hecho, disminuye el ausentismo
laboral, mejora la productividad y el clima de trabajo, porque rompe con la
monotonía y mejora las relaciones entre los empleados” Vía: http://ergonowebvenezuela.blogspot.com
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